Luego del recordado día dedicado a fotografiar nuestro querido Colegio, hubo un almuerzo en el que pudimos comprobar el compañerismo, cada vez más grande, entre las diversas promociones. Nosotros concurrimos con la ansiedad de conocer, personalmente, al grupo de amigos con quienes mantenemos una correspondencia fluída a través del Internet. Un gran motivo de ver a Hernán Caycho Chumpitaz, saludar a Alfredo Filomeno Jarrín y reencontrarnos con César Carmelino, todos de la promoción 58.
Ese día pudimos apreciar en directo lo que nos había informado Justo Linares, la existencia de ejemplares promociones que están sentando las bases, a corto tiempo, de una general de exalumnos y que, sin lugar a dudas, mantendrá en vigencia los nombres de quienes jamás dejaron de querer a su Alma Mater. Podríamos asegurar que la "63 de Carlitos Larraviere", es una de las más connotadas. Luciendo pelo cano, un gran peso y mucha fortaleza anímica, apreciamos a este señor que hoy reseño.
Desde mi punto de observación en una de las mesas y al lado de Ernesto Ráez Mendiola, estuve observando a los alegres amigos. A pocos metros de nosotros, destacaba la figura de Carlos Larriviere. Puro dinamismo y alegría contagiantes. Se me ocurre que continúa en las aulas y se mantiene perenne con sus brasas de calor humano. Un crisol en el que se funden los recuerdos y reaparecen convertidos en valiosas expresiones de compañerismo, el del ayer y el de siempre, como gema mágica de amor fraterno.
El 15 de Febrero, ayer, cumplió años Carlos Larriviere. Nació en el mes de la Amistad. No es coincidencia. El destino le marcó una fecha para que juegue con ella. Por eso también se celebra el Día de los Enamorados y el más romántico de todos es este generoso amigo. Sólo nos hemos saludado a través de un apretón de manos y sentí aquella tarde, entre tanta algarabía y fotos, su buena amistad. Se ha ido acrecentando con sus correos, lo que me permite corroborar todo lo expresado anteriormente.
Un surquillano como nosotros y tal como el lo dice, crecido y formado entre gente sencilla, tomando savia de la misma "teta alimentadora" y orgulloso de haberse educado en nuestro emblemático colegio. ¡Cómo no sentir admiración por Carlos Larriviere! Me consta su dedicación a la querida "Promo 63". Es un líder con armas que no hieren. Sabe luchar sin agredir. Es un conquistador de hermanos y no tiene negatividad alguna. Si tuviera que votar a favor de alguien, lo haría siempre por mi tocayo.
Mi blog "El Ricardo Palma", es la recopilación de anteriores reseñas publicadas en "El Surquillano". Decidí crearlo como un homenaje a quienes nos dedicamos a evocar tiempos pasados y a todas la promociones egresadas de nuestro emblemático Colegio Nacional "Ricardo Palma". Inauguro este blog con la reseña de Carlos Larriviere. Creo no equivocarme en haberlo elegido como el personaje merecido para ello. Esta es una ventana para que, con sus comentarios, se enriquezcan aún más las historias. Gracias.
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