Gustavo Sierra Ortiz. |
Todavía quedamos varios de esa generación que pobló Surquillo por 1940. Llegamos a ese barrio lindo sin luz eléctrica y recurríamos al famoso lamparín. Muchos años de nuestra primaria se tuvo que cumplir las tareas escolares en esas condiciones. Aún recuerdo el lapicero aquel al que había que agregársele una pluma metálica y empezar a escribir con tinta. Era obligatorio llevar de dos colores: azul y roja. Para el curso de dibujo fue insuperable la famosa tinta china. No existía el municipio. Sólo la comisaría.
Fue un año nuevo y cuando teníamos doce años que, el grupo de la misma edad, es decir: Rufino, Paco, Roque, "Pichicuy", Raúl, "Cholo" y otros más a los que nos gustaba imitar a los mayores, empezó a celebrar la llegada del nuevo año y a escondidas. En un cuarto separado en el trasfondo de la tienda de los Cuba, una sola copita servía para decir ¡salud! Un botellón de "Vermouth Cinzano", sirvió para experimentar esa rica sensación de letargo y tranquilidad que te da el licor. ¡Mucha alegría!
Gustavo y su linda familia |
El resultado fue de imaginarse. Todos terminamos en el entonces parque de la redonda, hoy "Tradiciones" en San Antonio. Recién se empezaban a construir las residencias de futuros vecinos y vimos estallar los cohetes y luces mirando al cielo pero en posición horizontal. Fue una locura de estos aprendices a "choborras" y que, felizmente, no tuvimos las condiciones naturales. Contábamos las estrellas y así nos quedamos dormidos. El retorno fue fatal. Nos cayó una paliza que aún siento.
Lo bueno que el Surquillo de esos tiempos era muy sano. Gente de todos lados y deseosa de abrirse porvenir con sus familias numerosas. No había televisión. La radio era el atractivo y el cachascán o lucha libre un deporte que nos congregaba en la tienda de "Don Ruiz", en la esquina de la quinta cuadra de San Diego. Aún existe ese local, frente al moderno edificio de la Municipalidad. A propósito, estos últimos meses del año viejo, nos hemos venido saludando con Gustavo Raúl Sierra Ortiz, su ex alcalde y ya somos amigos.
¡Es un "gustavo" conocerte! |
Si la memoria no me falla, es el burgomaestre que hizo que Surquillo adquiriera connotaciones especiales en la radio y la televisión. Por supuesto los diarios y revistas se ocuparon mucho de él. Tuvo propuestas que llamaron poderosamente la atención no sólo de los vecinos, sino del pueblo peruano. Polémico y luchador. No podemos olvidar que le hizo frente al miraflorino que quería quedarse con nuestro Mercado Nro. 1 y pretendió llevarse nuestro estadio y el cementerio. ¡Qué loco!
Por eso lo aliento a que vuelva. No critico al Alcalde actual, mi condiscípulo del Ricardo Palma Don Luis Huamaní. El pueblo surquillano dirá su última palabra y nosotros estaremos atentos a votar con justicia. No nos agrada la guerra sucia. Hay todavía retos que cumplir. Nuestra Unidad Escolar "Ricardo Palma", está en pleno proceso de erigirse con una nueva estructura y que esperamos se complemente con un más eficiente cuerpo docente. Es el pedido de nosotros los ex alumnos y sus diversas promociones. Mientras tanto y a pocas horas del suceso digamos todos: ¡FELIZ AÑO NUEVO, SURQUILLO!