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miércoles, 5 de septiembre de 2012

¿HUBIERAN SIDO CAPACES DE IR A UNA HUELGA? ¡QUE VA!... SI HACÍAN SOBRE TIEMPO PARA CUMPLIR CON EL PROGRAMA EDUCACIONAL.

Plana Mayor de Docentes
¿Se imaginan a estos señores docentes del emblemático Colegio Nacional "Ricardo Palma" de Surquillo en las calles y haciendo desórdenes por doquier? Son esos distinguidos maestros que inauguraron las aulas de nuestro querido Alma Mater. Hoy a mis años y cuando veo la televisión o sintonizo la radio, no lo puedo creer. Escuchar voces airadas, quejosas, desaforadas y fuera de lugar. Recurro a mi memoria y veo en ella a Miguel Del Rosario, nuestro académico de Castellano y Literatura, con ese ejemplar estilo y de voz suave y firme, respondiendo a los periodistas.

Cómo nos enseñaba a realizar pausas en la conversación. A modular con estilo propio. A contenerse al hablar y pronunciar las frases con el acento debido. A impostar la voz. A utilizar el diafragma y botar el aire con suavidad. ¡Qué modales! Muy elegante y acicalado, sin llegar a la exageración. Suave perfume francés y ese andar entre nosotros, carpeta a carpeta, sin jamás sobre pasarse con sus discípulos para lograr una respuesta acorde a su majestad de maestro. No tenía voz potente, pero su mirada, gestos y actitudes, reglamentaban automáticamente el orden.

Fachada Original del Colegio
Para suerte nuestra lo conocí desde la Primaria en el 401 del "carioco" Fernández Dávila en la Av. Primavera, hoy Angamos, de Miraflores. Fue maestro de mis hermanos mayores y un educador de polendas. Vuelvo a evocar y allí está José Velásquez Quevedo, de la misma talla de Del Rosario, pero con una voz de actor y una cálida personalidad. Siempre sonriente y natural. La actuación la dejaba en los escenarios. En el aula era un amigo y si descubría tu talento, se despojaba de todos los egoísmos naturales del ser humano y te llamaba a encontrar tu vocación. Perteneció al "Grupo Histrión".

Jorge Heraud, Félix Herrera, el "profe" Arangüena y toda esa plana de talentosos maestros, eran una muestra de educación y ética. Oírlos era un placer. No se necesitaba "chancar". Se aprendía con sólo oírlos. ¿Qué técnica empleaban? ¡Ninguna! Eran profesores natos que vivían su profesión. En cierto modo, nuestros segundos padres. El matemático José Cabrera, autor del libro oficial y que tuvo adicción al licor, jamás se mostró risible a nadie. ¡Qué temperamento! Hasta el "regente", el "Zorro" Osorio, tenía personalidad de mando y disciplina y era un gran ejemplo.

El 1er. Año "C" con el "Texoro
Al inaugurarse la Gran Unidad Escolar "Tomás Marsano", su nombre de origen, recibimos nosotros el mejor regalo de la vida: la educación secundaria. Teníamos todo. Aulas modernas y ventiladas, baños relucientes, pupitres personales, gran pizarrón y lo mejor, aquello que nos educó con ejemplo y categoría: el mejor plantel de docentes en Surquillo. Un primer Director que se llamó Víctor Rabanal Cárdenas, abogado y que cada mañana al ingresar, tenía siempre unas palabras a todos sus queridos alumnos. Nuestro uniforme "Texoro", nos convertía en soldados escolares.

Siempre comparto estas reseñas evocando a mi compañero Justo Linares Chumpitaz y al profesor Salustio Maldonado Robles. Gracias a este maestro, ambos salimos del Colegio al trabajo. Nos formó, descubriendo nuestras cualidades. Años continuos utilizando los micrófonos y leyendo las noticias. De igual forma, cubriendo noticias en la especialidad de Periodismo. Nunca se advirtió indicios de huelgas ni nada que se les parezca. ¿Recordará "Amadeo" todo esto? Nosotros si. Ojalá, algún día, vuelvan esos tiempos que fueron mejores. Gracias.

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