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viernes, 28 de octubre de 2011

RUFINO VALENZUELA RAMÍREZ. GRAN AMIGO DE LA NIÑEZ QUE LLEGÓ A SER MÉDICO. TAMBIÉN ESTUDIÓ EN EL COLEGIO NACIONAL "RICARDO PALMA" DE SURQUILLO.

Rufino Valenzuela
Cada vez que retornamos al barrio querido de San Diego, cuadra cinco, la nostalgia nos invade y los buenos recuerdos afloran. La famosa línea 9 nos deja a una media cuadra de aquel hogar que nos vio crecer y nos llenáramos de tantas aventuras. Será que los años que llevamos encima desean sacudirse un poco y de aquella bolsa de sucesos pasados, en cada paso que volvemos a dar, reaparecen las palomilladas y sus  protagonistas. El que hoy comento con cariño, Rufino, fue un gran amigo.

Me parece verlo y sentir su afecto y buena voluntad. Su padre, fotógrafo, era de los que usaban aquella máquina soportada por un trípode y que hacía tomas, las revelaba, se obtenía un negativo en papel y este era vuelto a fotografiar hasta obtener la imagen final. Retoques a plena luz del día o de la noche. Se trataba de Don Víctor Valenzuela, ciudadano si no me equivoco de Ocros, Ayacucho y que solía tomar fotos en el Parque Central de Miraflores. Carnet y postales eran su especialidad. Falleció relativamente joven.

Posan parados: Julio Zúñiga, Enrique Del Pino,
Juán Zegama y César Serván. Abajo: yo, Bravo,
"Pucha" Abanto y RUFINO VALENZUELA.
¡Linda Juventud!
Doña Rosa Ramírez, su esposa, fue longeva y pasó los 100 años y diría casi 40 de larga soledad. Gran y ejemplar dama que tuvo tres hijos más: Susana, Teresa y Germán. Construyeron como nosotros su vivienda al lado de nuestra casa. La viudez la obligó a alquilar cuartos que sirvieron de morada a muchos conocidos nuestros. Mi amigo Rufino, algo mayor que nosotros, solía juntarse con los muchachos del barrio y allí íbamos aprendiendo a convivir en medio de contar aventuras del cine, aquellas de las seriales del "Capitán Maravilla" o "El Imperio Submarino"..

Éramos los que rompíamos lunas con la pelota y muchas veces expulsados por los vecinos a las cercanas nuevas urbanizaciones de San Antonio. Buenas pistas para estrenar y jugar a la pelota. Rufino fue un buen consejero, de buenas costumbres y amante de la bella música. Con él,  Raúl Goya Villavicencio y Carlos Loayza, vimos "El Gran Caruso" con Mario Lanza en el cine "Leuro" de Miraflores. Solíamos cantar "Rondalla" del repertorio de Ortiz Tirado y acompañándonos con el rondín en atardeceres inolvidables.

Parados están Carlos Loayza, Juán Zegama, Ju-
lio Zúñiga, "Pucha" Abanto y Bravo. Abajo: yo,
Enrique Del Pino y RUFINO VALENZUELA.
¡Nuestra querida época juvenil!
Fue alumno del "Ricardo Palma", aquel anexo del Guadalupe en Miraflores y pasó a la Gran Unidad Escolar "Tomás Marsano" en la que culminó sus estudios secundarios. Recuerdo que empezamos a trabajar muy pronto en la radio y de retorno a casa, Rufino, el universitario, seguía disfrutando y orientando a las nuevas generaciones de muchachitos del barrio. Se hizo médico y con gran vocación social la ejerció en el pueblo de sus padres, llegando a ser considerado un filántropo de la medicina.

Nos vimos por última vez en la década de 1960 y en su casa de San Diego. Disfrutamos de un generoso almuerzo y evocamos nuestra sana niñez. Ya estaba casado, subido de peso y lo recordaba como lo fue de niño y al que todo el mundo le decía "gordito". Gozó también de las "mataperradas" de la mayoría y murió lejos de su querido Surquillo. Un excelente ciudadano que destaco en estas reseñas de mi barrio querido. Amigo inolvidable que jamás dejaré de recordar. Rufino Valenzuela Ramírez, está con Dios. Gracias.

lunes, 17 de octubre de 2011

CARLOS O' SHEE TORO. "PROMO 54" DEL "RICARDO PALMA". TRIUNFADOR EN LA VIDA Y TAMBIÉN "BOMBERO".

Este maravilloso mundo de Internet ha logrado lo que antes no podía conseguir: ubicar a mis amigos de la infancia, a los compañeros de aula y en especial, a personajes famosos hoy en el olvido. Carlos O'Shee Toro, es quien fuera el muchachito decente de Surquillo, muy cordial y serio en los estudios. Estuvimos en el Centro Educativo 4404 y cuyo Director fue el querido y famoso "Chato" Zegarra. Los años me han hecho olvidar su nombre y espero que algún buen lector me lo refresque.

Con O'Shee, continuamos en el Colegio Nacional "Ricardo Palma", la Gran Unidad Escolar. Nuestro primer año nos vinculó al profesor Salustio Maldonado Robles, nuestro forjador e, igualmente de Justo Linares y del que ocupa esta reseña. El Club de radioteatro sirvió para debutar en Radio Miraflores y Nacional, con la vida de Baltazar Gavilán. Carlos O'Shee Toro, le sacó provecho al Club de Periodistas y uno vez salido de las aulas, probó suerte en Radio La Crónica y tuvo su oportunidad en la actuación radioteatral.

También anduvo por Radio Selecta, cuando esta emisora se dedicaba íntegramente a los Grandes Maestros de la Música. Integró "El Tribunal Juvenil" de Enrique Escardó Vallejo y colaboraba con Owen Castillo en su página escolar de "La Prensa". Probaría las páginas policiales y experimentaría el arduo trabajo en las emergencias de la Asistencia Pública de Grau, la Morgue y todo lugar en los que la muerte acechaba. Son historias que jamás olvida y que de seguro volvería a probar. Cuestión de vocación.

Pasada esta singular etapa, postuló para Contador Público y una vez realizados sus estudios, ingresó a la poderosa Firma Inglesa "Duncan Fox" llegando a ocupar el cargo de Sub Contador por siete años. Muy pronto, se presenta una nueva oportunidad y esta vez en otra compañía de la Pesca Textil Marítima y en la que se asentará en definitiva durante 45 años hata la jubilación. Su lema es no estar tranquilo ni dormido y se dedica a asesorías, con resultados muy positivos.

Debo agradecer a Hernán Caycho Chumpitaz de la promoción 58 que, al saber de O'Shee Toro que es de la 54, nos dio los datos y enseguida estuvimos conectados. Todavía no se ha dado la oportunidad de vernos en persona. Creo que está cercana y es el 8 de Diciembre "Día del Locutor Peruano". Allí nos ampliará sus experiencias de bombero y nada menos como Comandante de la Bomba Miraflores 28. Vive en Salamanca desde hace 38 años y nos habla de dos de sus hijos, residentes como ciudadanos en los Estados Unidos.

Mantiene una buena relación con mi gran amigo y compañero de toda la vida, el Dr. Julio Ardiles Osorio, eminente odontólogo y común compañero de aula en la Primaria y Secundaria. ¿Recordará O'Shee algo que nunca olvido? Un 1ro. de Mayo, Día del Trabajo, el Director Zegarra, el famoso "chato", pidió a estos niños despejar de tachuelas la pista. Lo ayudamos a colocar las escobas ante las ruedas delanteras de su auto, por que ese día no se trabajaba. CARLOS O'SHEE TORO, nos debemos el café prometido. Gracias.

jueves, 6 de octubre de 2011

6 DE OCTUBRE. ANIVERSARIO DEL COLEGIO NACIONAL "RICARDO PALMA" DE SURQUILLO.

Plantel Docente y Administrativo
del Colegio en 1950.
Éramos 
la Gran 
Unidad Escolar "Tomás Marsano" de Surquillo.
Hemos estado recibiendo estos días, innumerables llamadas telefónicas de amigos de los "dinosaurios", pertenecientes a nuestra  "promoción 54", aquella primera egresada de la ex Unidad Escolar "Tomás Marsano" de Surquillo. Nadie podrá quitarnos la satisfacción de haber sido quienes inauguramos sus estructuras. Que gozamos del saber de Maestros de la mejor Enseñanza y que pasados tantos años, no hemos podido olvidar. Mi homenaje y recuerdo a los que estuvimos desde 1950, disfrutando de ese regalo que nos formó y dio base a nuestras aspiraciones. Un primer recuerdo a Víctor Rabanal Cárdenas, el Director. Todavía hay eco de su voz en mis oídos y su gran figura es inolvidable. Nos dio el recibimiento y este se repetía a diario, salvo los muy imponderables del caso.  

Entonces lo suplía Víctor Vera Cubas que, con su estilo paternal, nos hizo querer más a aquella Gran Unidad Escolar que se nos entronó en el alma. Finalmente a Alfredo Filomeno Chávez, al que más recordamos por que fue el maestro de linaje especial y el que reemplazaba a nuestros padres en ese mundo nuevo. ¿Podrán recordar las nuevas generaciones a sus maestros como nosotros? Escribe un ex alumno y disculpen esta primera persona, que tuvo, para sorpresa de él y de todos sus amigos de barrio que postularon al colegio, el privilegio de ingresar como segundo de ese resultado esperado del "examen de madurez mental". Fue así:

El Primer Año "C", parte de la
 Promoción 1954. El cuarto de los

parados soy yo, de derecha a izquierda.
Primero Carlos Goga Taira y tercero otro "ponja", Víctor Nakamatzu Hara. Por eso mi barrio de San Diego en mi querido Surquillo, tuvo un festejo aparte. Lo recuerdo con la nostalgia del caso, porque Carlos y Víctor, se fueron temprano, pero triunfadores. Así, haciendo un recorrido por el ayer, encuentro en ese camino prodigioso a mis caros profesores Jorge Heraud, Miguel del Rosario, José Velásquez, Francisco Escudero, Félix Herrera, Julio Noriega, José Cabrera, Félix Arangüena, más recordado como "puchito", Fernando Galdo "el impajaritable" y al eterno y ponderado  Salustio Maldonado Robles y a quien, con sus Actividades Educativas, reconozco le   debemos muchos el habernos forjado en profesiones innatas como son el Periodismo, el Arte de la Música y la Locución.

Menciono al maestro Pietro Bruno, que nos obsequió un método para ser pianista sin tener  el instrumento. A él le debo ser músico porque apliqué su regalo, siempre con el pensamiento de "Querer es poder". Consistía en ejercicios digitales y predisponer los dedos para que, en un futuro, aplicarlos. Fue cierto. Recién en 1957 pude adquirir un acordeón, estudiar algo de teoría y convertirme en corto tiempo, gracias a aquel método, en un músico "profesional". Es así como creo mucho en esa otra frase: "Nunca es Tarde para Aprender". ¡Cómo olvidar a mis maestros y a esa querida Unidad Escolar y que hoy lleva el nombre de "Ricardo Palma".

Fachada de la Gran Unidad
Escolar "Ricardo Palma".

Retornemos a lo que nos motiva a escribir esta nota. La celebración de un Aniversario más del Colegio Nacional "Ricardo Palma". Sin ninguna duda nuestra fecha Aniversario. Siempre lo comentamos Julio Ardiles, Antonio Chávarri y Pedro Ramírez, los que nos mantenemos unidos a pesar de las distancias. Y nos hicimos presentes a esta celebración y cuando todavía estaban los dos Víctor: Rabanal Cárdenas y Vera Cubas. Fue un privilegio haber hecho uso de la palabra ante ellos, ver sus rostros orgullosos y reirse a más no poder  cuando denunciamos anécdotas que los involucraban. Somos de la Promoción 1954 y, a mucho orgullo, de Surquillo.

Una felicitación especial a nuestros hermanos menores Hernán Caycho Chumpitaz, César Carmelino Herrera y Alfredo Filomeno Jarrín de la Promoción 1958. A ellos debo el seguir unido al colegio. Un ejemplo de promoción y sin ningún ánimo de competencia. Otra muy especial a mi hermano de barrio y de escuela Justo Linares Chumpitaz, promoción 1955 y creo solitario como nosotros y exponentes de la Vieja Guardia. A la Asociación de Ex Alumnos. Un abrazo a todos. A los que estudiamos y a los nuevos, a los niños y jóvenes que algún día tomarán la Bandera del emblemático Colegio Nacional "Ricardo Palma" de Surquillo. ¡Feliz Aniversario! Gracias.